Compartiendo lecturas y reflexionando
- Cristina
- 6 mar 2019
- 2 Min. de lectura
Nos proponen indagar sobre autoras que hayan reflejado conductas relacionadas con los estereotipos, ofreciendo referentes para actuar más allá de los mismos.
En este caso, he elegido el libro "El país del silenciu", un ensayo de la poetisa asturiana Vanessa Guitérrez. Activa en redes sociales y en diferentes ámbitos culturales asturianos, tiene una clara posición respecto a la lengua y la relación género-signficado. Obtuvo recientemente el premio Teodoro Cuesta, entre otros. Elijo este libro porque es un ensayo documental sobre la vida y experiencias de las mujeres asturianas en la guerra Civil.

Por otro lado, tras la lectura de la guía sobre Educación Infantil y Coeducación de Gemma Torres y Mª del Carmen Arjona, nos piden que reflexionemos sobre si lo que afirman las autoras se da en la realidad y qué otros mensajes diferenciados, reforzando estereotipos, señalaríamos.
En este caso, lo que comentan en la página 18 de la Guía, "tanto el lenguaje oral como gestual se utiliza e interpreta de forma diferente según el sexo del bebé" creo que cada vez es menos distinguible. No estoy de acuerdo en que se usen en edades tan tempranas distinciones relevantes en el lenguaje, mas sí ocurren a medida que comienzan a cumplir años, donde los niños tienen una cierta autonomía. Creo que precisamente ése es el punto de inflexión: en el momento que el infante tiene movilidad propia y empieza a intentar comunicarse, es cuando el lenguaje se adapta y tal vez, comience a afectarles dicha diferenciación lingüística. De todos modos, entiendo que ellos no se ven afectados por estas connotaciones, ya que aún no tienen comprensión suficiente. Si estas conductas se refuerzan durante la infancia, en la etapa en la que el niño repite lo que ve, sí comenzaría a hacer mella en su uso, aún inconsciente, del sexismo del lenguaje, que podría derivar en la adolescencia en una visión consciente.
En las últimas décadas han surgido cambios en el uso del lenguaje oral y escrito referidos a profesiones femeninas, como por ejemplo jueza. Por otra parte, en el lenguaje escrito, podemos encontrar el uso de @ con el que quien escribe manifiesta su deseo de nombrar a hombres y a mujeres. ¿Qué otros cambios aprecias en el uso del lenguaje? ¿Tu propio uso del lenguaje ha cambiado?
Creo que existe un incremento notorio de concienciación respecto al uso sexista del lenguaje, afortunadamente. Sin embargo, hemos de ser conscientes que la normativa de la lengua española no concibe esta diferenciación. Por tanto, lo que veo es que abundan errores sintácticos como el uso reiterado de masculino y femenino en los plurales, cuando por definición el masculino (nos guste o no...) es el género usado en el plural. Tal vez, la solución sería apostar por la creación de un género neutro común, con el que solucionar estas situaciones.
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